Reflejos periodísticos de un "Football Club" I

CUBILLAS DE LOS OTEROS

      Reflejos Periodísticos de un "Football Club"

Portada del cuaderno donde se recogen las crónicas de los encuentros de fútbol del C. D. Cubillas

    Cuando éramos tan jóvenes a la mayoría de los chicos cubillenses nos gustaba jugar al fútbol. Había entonces en Cubillas de los Oteros un grupo numeroso -no excesivo- de jóvenes de ambos sexos que permitía realizar ciertas actividades conjuntas, aparte de echar unos bailes en el salón del bar de Cayo. Una de ellas no era ciertamente el jugar al fútbol.  A las chicas de aquella época no se les habría ocurrido, pues en seguida habrían sido tildadas de marimachos o chicazos. Los roles de los chicos y chicas estaban bien definidos y no había lugar, por tanto, para la sorpresa. Hablamos más o menos del periodo  que va de 1969 a 1971 del pasado siglo XX. El pueblo contaba con un médico y un practicante, un sacerdote, una maestra para la escuela unitaria de niñas y un maestro para la unitaria de niños. 

En este ambiente surgió el C. D. Cubillas, cuyo escudo diseñó Luis González; como futbolista, González I.

Escudo del C. D. Cubillas diseñado por GONZÁLEZ I

    Ni que decir tiene que, cuando al principio, aludimos a un "football club", nos referimos al C. D. Cubillas; quizá el título que damos pueda ser interpretado equívocamente; no quiere decir sino el auge, la promoción, que en los periódicos Proa y Diario de León está dando nuestro corresponsal cubillense, D. Luis Rafael Merino Gil. ¡Gracias!

Los "reflejos" a que aludo consistirán simplemente en pegar, por orden cronológico, una serie de crónicas que, más o menos directamente, aluden a nuestro club, acompañadas de fotografías del equipo, socios, hinchas... También se dejarán espacios en blanco que se irán rellenando a medida que vayan desarrollándose las circunstancias en torno al club o, sencillamente, cuando la inspiración o el ingenio hagan el honor de visitarnos.

                                
                                         Sin más, el que suscribe:

                                                                        
                                                                Luis Antonio Merino Gil 

NOTA. Se admiten sugerencias, colaboraciones, etcétera, y todo aquello que contribuya al esplendor de este humilde cuaderno.