viernes, diciembre 01, 2023

Verano 2023 en Cubillas de los Oteros

 

FIESTA DE LOS CANTONES (13/08/2023)

Hasta la fecha, nunca Maru y yo habíamos asistido a alguna de las fiestas populares organizadas durante el verano en Cubillas de los Oteros. Ni querido formar parte de asociación alguna. Pero esta vez Maru cambió de opinión, aunque sin manifestarlo de una forma expresa (lo que tú quieras, como tú veas…), yo interpreté su deseo de asistir a la paellada organizada por el concejal de festejos del Ayuntamiento.

El domingo, día 13 de agosto, hizo un día espléndido. Caluroso pero ideal para celebrar una fiesta al aire libre. Nos duchamos y nos pusimos guapos. Maru, un vestido de tonos azulados muy elegante y yo estrené un polo verde, gentileza de Miriam. Salí a la calle a preguntar por la hora de la comida y me enteré de que Ramiro, fraile hijo del pueblo, había celebrado una misa por María Jesús, Marga y Goyo. Me llevé un disgusto, pues tanto a Maru como a mí nos hubiera gustado asistir. Por lo visto, a Margarita se le olvidó decírnoslo.

Junto a Tasia, Sergio y otros nos dirigimos a La Barrera, lugar donde se iba a celebrar la paellada. Se habían dispuesto tres largas hileras de mesas con sillas bajo la benefactora sombra del arbolado. Nos acomodamos donde mejor nos pareció, al lado del clan de los Mendoza. A mi lado, Marina y en frente Cristina, acompañada por sus padres, Nuria y Jose. Fue una compañía muy agradable. A lo largo de las tres horas, entre la espera por la paella, la comida y la sobremesa, conversamos animadamente.

Aunque el espíritu y el propósito de estas fiestas estivales es fomentar la concordia, el conocimiento y la buena relación entre los habitantes del pueblo, la mayor parte veraneantes, o lo que es lo mismo, aves de paso, lo cierto es que los comensales se colocan por clanes familiares, resultando improbable la conversación con personas ajenas al clan.

En todo caso, la fiesta resultó muy provechosa y agradable. Hizo un día magnífico y lo pasamos estupendamente.









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PISCINAS

Hoy, lunes, 21 de agosto, es la primera vez que llevo a mis nietos (Ari -8 años- y Dani -6) en mi coche. Después de pensárselo mucho, su madre (mi hija) decidió adquirir unos altillos para que los niños pudieran viajar a la altura exigida por las normas de circulación. Le echamos imaginación para convertir el coche en un avioncete. Yo represento el rol de comandante de la nave y ellos el de pasajeros a quienes el comandante les da las instrucciones oportunas para que el vuelo se desarrolle con seguridad. Nuestro destino: piscinas municipales de Fresno de la Vega. Duración del vuelo: 5 minutos.

Nos metimos en la piscina en medio del griterío y alborozo de mis nietos. En seguida, me retan a tirarme desde el borde de la misma. Para su sorpresa, acepto inmediatamente. Luego, Dani me propone una carrera por el lado más largo de la piscina. Acepto. Me gana por mucho. También me gana Ari con suficiencia.  Siento una gran satisfacción y orgullo por lo buenos nadadores que son. Después de 4 años (desde 2019) sin bañarme, experimento un gozo primitivo ya olvidado pero reconfortante (¡que no estamos tan viejos, hombre!).

No conocía la piscina de Fresno. Hasta 2019, siempre habíamos ido a la de Valencia de don Juan, de la que somos socios. Luego, con la pandemia del covid, dejamos de visitarla durante los años 20, 21 y 22, aunque sin darnos de baja. Volvimos el miércoles, 23 de agosto. Aprecié las reformas realizadas: nuevos aparcamientos con techumbre en la zona de la entrada, aunque insuficientes para tantos vehículos; dentro del recinto, adoquinado de la ancha calle que da acceso a las pistas de atletismo y a la piscina de olas y toboganes que hacen las delicias de los enanos, duchas colectivas… Esta última reforma supone la eliminación de las duchas individuales que yo tanto apreciaba. La piscina para mí significa dos cosas: el baño y la ducha posterior. No concibo el uno sin la otra. Pero, claro, la ducha ha de ser en una cabina individual donde me pueda despojar del bañador y ducharme a mis anchas. No me gustan las duchas colectivas.

La piscina de Fresno sí dispone de duchas individuales. Dos al menos. Así que los tres días que he llevado a mis nietos, que coincidió con una impía ola de calor, me he podido duchar a gusto después del baño. Aparte de las duchas, ofrece una extensa y cuidada alfombra de césped natural, salpimentado de arbolado para acomodarse a la sombra, una excelente piscina con dos calles acotadas para los bañistas que nos gusta nadar tranquilos, otra más pequeña con aparatos para goce y disfrute de los más pequeños… Dejo al posible lector o lectora que adivine, entre la de Valencia y la de Fresno,  cuál de las dos piscinas prefiero. Digo yo, no mis nietos, que tienen también clara su preferencia.

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jueves, mayo 11, 2023

Viaje cultural a Madrid con el IMSERSO

 

Viaje cultural a Madrid con el IMSERSO

(del 23 al 28 de abril de 2023)


Entre los compañeros de viaje, conocimos a varias personas agradables y amistosas: cito en primer lugar a Palmiro y Paula, que en la primera comida en el hotel nos acogieron amablemente en la mesa que ellos habían reservado, astorganos, atentos, cálidos, buenos conversadores, bellas personas.

Serafín y Marisa, profesores de instituto, amables y considerados, despiertos y propositivos.

Porfi y Jesús, ella y él, sencillos y simpáticos.

Juan Antonio, el más veterano, educado por la experiencia de una vida azarosa, residente en varios países, cortés, de 89 años de edad muy bien llevados.

Andrés, profesor de instituto, y su hermana, Marisa. Reivindicativos y de buen trato.

Rocío, la guía, correcta y exigente, en su papel de coordinadora del grupo. Alejandro, el chófer, muy joven, de trato exquisito, muy considerado, excelente conductor.

Con los demás integrantes del grupo (54 o 57 personas), no tuvimos un trato directo, pero sí educado y amable. Fue un grupo bien avenido, puntualísimo a la hora de las salidas.

Después del confinamiento debido a la COVID 19, es el primer viaje que realizamos Maru y yo con un grupo no familiar (habíamos viajado a Portugal con nuestra hija Miriam en junio del 2022). El haber padecido la COVID el pasado noviembre, y salido aparentemente bien parados, nos ha dado ánimo y fuerzas para retomar los viajes del IMSERSO. Este viaje ha sido para nosotros una buena experiencia, tanto por la calidad humana y cívica de las personas que hemos tratado como por el enriquecimiento social y cultural adquirido.

Programa cultural

El domingo, 23 de abril, Día del Libro, después de la comida y un rato de descanso para recuperarnos del viaje en autocar desde León, fuimos a dar un paseo por los jardines de los alrededores del Palacio de Aranjuez. Extensos y bien cuidados, un remanso de paz para el espíritu y una delicia para la vista.








Tomando un café después del paseo



LUNES 24

Madrid. Visitamos las iglesias El Cristo de Medinaceli y Los Jerónimos. Fuimos a dar un paseo por el parque de El Retiro, acompañados por Palmiro y Paula. 


Delante del Palacio de Cristal


Con Palmiro y Paula


En el Palacio de Cristal

Comimos en el restaurante Bendita Locura, del estadio Civitas Metropolitano, perteneciente al Atlético de Madrid. Después de comer, el autocar nos dejó en la Plaza de Neptuno para iniciar un recorrido por el Barrio de las Letras, donde la guía contratada al efecto nos ilustró, entre la pléyade de talentosos escritores del siglo XVII, sobre los grandes como Lope de Vega, Cervantes, Quevedo, Góngora… y sus archiconocidas envidias y rivalidades mutuas. Maru tuvo tiempo de sacarme una foto delante del Congreso de los Diputados. 


Delante del Congreso de los Diputados


En el tiempo libre hasta la salida del autobús hacia Aranjuez, Maru y yo paseamos por el Paseo de la Castellana hasta la Plaza de Cibeles y de ésta a la de Neptuno, donde nos esperaba el autobús…


MARTES 25

Madrid. Vista panorámica. Así lo cuenta Maru: “Entramos por Méndez Álvaro, dimos la vuelta por Atocha, nos dirigimos por el Paseo del Prado a Neptuno, dimos la vuelta a la Plaza de Neptuno, seguimos para arriba, nos metimos en la Cibeles, dimos una vuelta a la Cibeles, tiramos para arriba por la calle de Alcalá, atravesamos la Puerta de Alcalá, a mano izquierda, el Barrio de Salamanca, cuyo nombre es debido a José de Salamanca y Mayol, estadista y empresario español, hasta que llegamos a la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid...




Junto a la figura de Luis Miguel Dominguín

Delante del busto del Dr. Fleming, descubridor de la penicilina
                                                                                   

...Una vez vista, salimos por la Avenida de América, y llegamos a la Castellana, a la Plaza de Castilla, y después nos vinieron explicando todos los museos que había; luego volvimos a bajar por La Castellana, fuimos a Colón y de allí al Templo de Debot”. Por la tarde visitamos el Palacio de Aranjuez. Luego, tiempo libre que empleamos en recorrer los jardines de los alrededores acompañados por Palmiro y Paula.


MIÉRCOLES 26

Visitamos El Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial por la mañana y, después de comer en el IFEMA, nos desplazamos a Alcalá de Henares. Maru lo relata así: “El miércoles 26 de abril salimos de Aranjuez a las nueve menos cuarto camino de El Escorial. Pasamos por El Valle de los Caídos, pero está cerrado –dicen que hace 10 años que no se puede visitar­-. Nos adjudicaron una guía que nos estuvo enseñando El Escorial, que es un monasterio muy grande, parece ser que lo construyeron por mandato de Felipe II excavando una montaña y duraron muchos años en construirlo; nos enseñaron las cosas que más destacan: la biblioteca que es muy grande y tiene los techos pintados al estilo de la Capilla Sixtina, y una colección inmensa de libros de todo tipo, traducidos a todos los idiomas, colocados del lado del revés, con los cantos para adentro, para evitar su deterioro. Pasamos por varias salas, una de ellas el dormitorio de Felipe II, con vistas a la capilla para que el rey pudiera oír misa desde su cama; también pudimos ver el órgano de la capilla; luego accedimos al Panteón de los Reyes, donde están enterrados desde Carlos I a Alfonso XIII; las esposas de los reyes que no tuvieron descendencia están en la sala de los infantes que no llegaron a ser reyes. El Monasterio actualmente está habitado por estudiantes de una coral y una congregación religiosa. El IFEMA está ubicado en un barrio al noreste de Madrid. A mí me gustó muchísimo porque era como el barrio de La Defense, de París. Tiene edificios de oficinas y empresas. Después de comer en el IFEMA nos desplazamos en autobús a Alcalá de Henares, acompañados por una guía. Nos fue enseñando -sólo la parte externa de los edificios- la Universidad, El Colegio Mayor, la Catedral, …” 


JUEVES 27

Maru nos cuenta lo realizado en este día: “El jueves, 27 de abril, salimos de Aranjuez camino de Madrid a las ocho y cuarto. Fuimos directamente por la calle de Bailén, pasando la basílica de San Francisco el Grande y aparcamos en el aparcamiento del Palacio Real. A continuación vino un guía, Jaime, que era muy agradable, y nos llevó para ver curiosidades de Madrid, nos estuvo dando una serie de explicaciones a lo largo de la Calle Mayor, de las tabernas más antiguas que hay en Madrid, dónde se comen los mejores calamares y nos enseñó una comunidad de vecinos que para él es muy particular porque alberga un jardín recoleto, desconocido para la mayoría de los vecinos que habitan en ese barrio. Cuando terminó la visita, regresamos al aparcamiento para subir al autobús e ir otra vez a comer  al Civitas Metropolitano. Una vez terminada la comida, fuimos de nuevo al aparcamiento del Palacio Real. Allí nos esperaba otra guía para entrar en el Palacio. Fue una visita muy apresurada, en la que apenas nos dio tiempo a detenernos un instante a contemplar tanta maravilla; las salas son impresionantes, con magníficas lamparas de techo; vimos también la enorme mesa alargada donde se celebran los banquetes ofrecidos a los mandatarios extranjeros; nos explicaron que  los extremos de la mesa no los ocupa nadie a pesar de que tienen dispuestos sillas y cubiertos, y que en la quinta silla se sienta el Rey y en frente la Reina, y a continuación los invitados más importantes. El palacio es impresionante, para verlo en un día entero, no en una hora. A continuación salimos al patio, que linda con la Catedral de la Almudena, donde fuimos con nuestra guía Rocío. Allí nos dejó dándonos  tiempo libre para visitarla . Estábamos cansados y nos sentamos un poco; luego estuvimos viendo la Almudena bien, sin prisas. A continuación fuimos a la Cripta de la Catedral de la Almudena, que también es muy bonita y merece la pena verla. Es una iglesia del tipo de la Almudena donde están enterradas las personas más importantes del país. Según tengo entendido hay que pagar una cuota por el mantenimiento de esas sepulturas. Terminamos la jornada en Madrid paseando por los Jardines de Sabatini".

Maru, delante del Palacio Real

Luis, delante de la estatua de Felipe IV. Al fondo el Palacio Real

Maru, con la Catedral de la Almudena al fondo

Maru en el interior de la Catedral de la Almudena


El Palacio Real visto desde los Jardines de Sabatini


VIERNES 28

Pasamos la mañana en Aranjuez. Visitamos parsimoniosamente la ciudad, los alrededores del Palacio y los jardines. Estuvimos sentados en un banco a la orilla del Tajo, muy cerca del restaurante El Rana Verde, conversando con un arancetano. Nos sacamos algunas fotos y regresamos al hotel a la hora de comer.

Delante del Palacio de Aranjuez

Delante de la capilla del Palacio Real de Aranjuez

En la ciudad de Aranjuez, delante de la estatua de Alfonso XII


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