martes, marzo 11, 2008

Hace cuatro años

Hace cuatro años

Imágenes del atentado yihadista del 11 de marzo de 2004 en Madrid

    Hoy los familiares de las víctimas de los atentados yihadistas del 11 de marzo del 2004 merecen nuestro recuerdo y nuestro apoyo incondicional. Si el terrorismo, en general, pretende infligir un miedo indiscriminado entre la población, donde todos somos su objetivo potencial, el terrorismo islamista añade un punto más: busca el mayor número posible de víctimas, normalmente entre la gente corriente.
    España, por desgracia, es un objetivo prioritario de estos grupos de fanáticos, imbuidos de un odio profundo hacia los valores occidentales. La policía y los cuerpos de seguridad españoles deberán activar todas las alarmas para impedir que se repitan tan terribles atentados.
    Desde esta luna insignificante quiero solidarizarme con los familiares de las víctimas, tan injustamente arrebatadas, que han sabido llevar con gran dignidad tanto dolor y tanto agravio.


viernes, marzo 07, 2008

ETA ha vuelto a matar

ETA ha vuelto a matar 

El concejal asesinado Isaías Carrasco

    Isaías Carrasco ya no podrá votar en las elecciones legislativas del próximo domingo. Los terroristas lo asesinaron este mediodía en el portal de su casa, en presencia de su mujer y una de sus hijas. Nada ni nadie impidió a los asesinos ejecutar esa sumaria sentencia. 
    ¿Motivos? Isaías había sido concejal socialista en Mondragón, algo muy mal visto por los amigos de las pistolas. Este simple hecho, el tener unas ideas y el defenderlas pacíficamente adscribiéndose a una determinada formación política, constituye para ciertas gentes de Euskadi una excusa que justifica un cobarde asesinato. ¡A qué extremos de bajeza moral podemos llegar los seres humanos! 
    Admiro a este ciudadano libre, que tuvo el valor de presentarse a unas elecciones por un partido no nacionalista; que se erigió en representante de unos ciudadanos discriminados, para darles voz en el ayuntamiento. Ahora, después del deber cumplido, quería volver al anonimato, a su trabajo rutinario, a vivir en paz con su familia... ¡No le dejaron!