Mantener el blog
Mantener el blog
Al principio, con las cosas que entrañan novedad, nos las prometemos muy felices. En nuestro magín elucubramos la cantidad de cosas que podríamos hacer, el partido que las podríamos sacar, etcétera. Así me sucedió con este blog, que me confeccionó mi hija Miriam, pues yo ni siquiera sabía de qué iba la cosa. Luego, tras los primeros escritos, y el ánimo que me proporcionó Raúl, un lector incondicional, seguí manteniéndolo con bastante entusiasmo. Más tarde, por unos u otros motivos, me he ido despegando un poco de él. (Creo que ya hace bastante tiempo que no escribo nada). Sin embargo, me sigue pareciendo un buen invento y estoy seguro de que merece la pena seguir manteniéndolo. De momento, por hoy me despido, pero... volveré.
2 comentarios:
A todo el mundo le ha pasado esto alguna vez. Y seguirá pasando.
Cuando se le coge esto de escribir con muchas ganas, se convierte en algo asiduo, como una especie de "trabajo". Se intentan buscar cosas sobre las que escribir, se quiere enfocar todo en un tema... Eso al final acaba cansando.
El truco está en tomarse esto como un hobby. Sin enfoque, orientación ni nada que lo guíe. Se trata de tomarselo como un folio en blanco en el que escribir pensamientos o ideas que se crucen en ese momento. Cualquier cosa.
Yo llevo años ya haciéndolo y también he pasado por estos altibajos. Por pereza, falta de ideas o por simples problemas personales yo también he tenido mis parones, pero ahí sigue el blog abierto todavia ;)
Al final, pasado el tiempo, resulta muy gratificante el ponerte a leer viejos post que están escritos de hace mucho tiempo. Te recuerda lo que pensabas de aquella, y la situación en la que te encontrabas.
Animo, aquí tienes un lector que esperará la prometida actualización cuando sea conveniente.
Un abrazo
Gracias, Raúl. Eres una persona muy positiva.
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