Viaje a Boston y Nueva York
(07.09.2019-14.09.2019)
Vista de la ciudad de Boston
Vista de la ciudad de Nueva York desde el Empire State Building
Miriam, mi hija mayor, tuvo la delicada amabilidad de invitarme a visitar Boston y Nueva York. Visitar esta última, mítico escenario de tantas grandes películas, era considerada por mí como un sueño irrealizable. Por eso, estaré eternamente agradecido a Miriam por este generosísimo gesto, que me descubrió un mundo nuevo tantas veces intuido y soñado. Fueron siete días maravillosos, en la que ella ejerció de guía experta y amable, a pesar de mis torpezas y protestas.
Visitamos edificios grandiosos y disfrutamos de agradabilísimas visitas, como la realizada a la sede de la ONU en Nueva York, donde Elena, una joven italiana políglota -guapísima y atentísima- nos guio por los diferentes dependencias y foros. Allí tuvimos la ocasión de deleitarnos con el extraordinario mural sobre los derechos humanos, obra de nuestro paisano universal José Vela Zanetti. Asombrarnos con la visión nocturna de Nueva York desde el Top of the Rock del edificio Rockefeller Center. La visita a la Estatua de la Libertad, faro ansiado de emigrantes, y la isla de Ellis, donde estos eran recibidos y retenidos hasta ser inspeccionados. La sensación de angustia y terror que produce la visita del museo del 11-S. El recorrido nocturno por Times Square, con sus parpadeantes y cegadores neones. El ajetreo sinfín de las avenidas neoyorquinas. El remanso de paz de Central Park. Los grandiosos museos. La vista del río Hudson desde el novedoso The Vessel. Las elegantes líneas arquitectónicas del Flatiron. El bullicio de Little Italy...
7 de septiembre de 2009 (sábado)
Día de la partida
En Cubillas me despido de Maru con cierta angustia: ¿y si Miriam y yo nos quedamos en las profundidades del Atlántico para siempre?
Luego, en León, cuando estábamos camino de la estación, me di cuenta de que no me había cambiado de calzado. Rápidamente, me di la vuelta a casa a cambiar las zapatillas azules que calzaba por unos zapatos, mejor adaptados para la lluvia.
El viaje en avión fue bastante relajado. No me dormí en ningún momento. Me dio tiempo a ver tres películas: The mule, protagonizada por Clint Eastwood; Bohemian Rhapsody, un biopic de Freddie Mercury, de la banda británica de rock Queen; y The Aftermath, protagonizada por Keira Kneightley. Habíamos comprado unas bananas en Madrid para comer durante el viaje. Sobraron algunas y, aunque mi hija me había advertido de que las dejase en el avión, y mira que pasaron varias veces las azafatas a recoger los desperdicios, yo, entre tímido y testarudo, no las deposité en la bolsa de basura que me ofrecieron. En la aduana me las requisaron no sin antes pasar por varias dependencias y otros tantos enojosos interrogatorios del personal aduanero y llegar al hotel con bastante retraso. Ni que decir tiene que Miriam me echó una filípica de aquí te espero.
8 de septiembre de 2009 (domingo)
Boston - Gray's Papaya - Times Square - Hard Rock Cafe
Boston 👉
Luego de un buen descanso y de un desayuno pantagruélico, nos dispusimos a visitar Boston. Día espléndido. Nos gustó esta gran ciudad. Su pujanza. Su belleza. Agradable espera en la bahía antes de tomar el tren para Nueva York.
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En el tren hacia Nueva York
Esperando la salida para Nueva York en la estación de Boston
¡Qué angustioso el partido de Nadal contra Medvéded en la final del US Open! Dos primeros sets fáciles para el manacorí. Luego la zozobra: empate a dos. ¡Qué congoja ante el incierto desenlace! Una constante y desquiciada consulta al móvil. Ya al borde del ataque de nervios, victoria de Nadal. Alegría desbordada -que merece la reprimenda de una joven pasajera que ocupaba el asiento delantero contiguo al nuestro (viajábamos en un 'silent carriage' donde no se permite hablar en voz alta)-que se salda con un par de besos a Miriam.
Pennsylvania Station. (Foto de Wikipedia)
A la llegada a Nueva York, nada más salir de Pennsylvania Station, la silueta inconfundible del Empire State Building. Un golpe de optimismo, de buen agüero me embarga: ha ganado Nadal; a mis pies, el Empire State. Nada puede salir mal.
Empire State
Antes del obligado camino al hotel, en Gray's Papaya degusto una salchicha "de sabor auténtico Frankfurt", como reza la propaganda, para confortar el ánimo (muy relacionado con el estómago lleno). Damos un paseo entre los epatantes neones de Times Square.
Gray's Papaya
En el Hard Tock Cafe
Una limusina en una calle de Nueva York
9 de septiembre de 2009 (lunes)
Central Park - MET - Guggenheim - Upper East Side- Trump Tower - Plaza Hotel - Joyería Tiffany Quinta Avenida - St. Patrick's Cathedral - Rockefeller Center - Top of the Rock
Con objeto de aprovechar al máximo nuestra estancia en New York, me había propuesto un plan espartano: diana a las seis, aseo y ducha, desayuno, y a las ocho ya andábamos por las calles hacia el objetivo perseguido.
Hoy nos dirigimos a Central Park, ese pulmón de la ciudad neoyorkina. Todo me resulta sorprendente y maravilloso en él: las simpáticas ardillas, las 'runners' -esas jóvenes madres deportistas que corren empujando el carrito de su bebé-, los que pasean a sus perros... Miriam me deja confortablemente sentado en uno de tantos bancos con plaquita plateada y mensaje aleccionador.
Dulce transcurre la espera, pero -pasado un tiempo prudencial sin que Miriam aparezca- empiezo a preocuparme, a angustiarme, a cabrearme -¿por qué me hace esto?, ¿se ha olvidado de mí?-. Sin saber qué hacer, me levanto del banco, maldigo, me preocupo en exceso: "¿Y si la ha pasado algo?". No llevo móvil ni sé el número del suyo; no sé qué hacer, la angustia me domina; empiezo a desplazarme a los alrededores, sin rumbo fijo aunque sin perder de vista el banco donde estuve sentado por si ella regresara; me arriesgo a alejarme un poco más del banco hasta perderlo de vista y, de pronto, dando cortos paseos arriba y abajo a la sombra de unos árboles, la veo enfrascada en una conversación telefónica. Respiro aliviado a la vez que le lanzo improperios llenos de ira... Ella no se altera y trata de calmarme. Absorta en la conversación, se había olvidado de mí. A partir de este momento, acordamos que me deje uno de sus teléfonos y la dirección del hotel. (Moraleja: no se puede ir confiado, pensando que la persona que te acompaña, que sabe más que tú y que te va a guiar en todo momento, va a a resolverlo todo y sacarte siempre del apuro. Puede haber fallos o presentarse situaciones imprevistas y es prudente preverlos y pertrecharse de los recursos a nuestro alcance para salir airoso de esas situaciones).
THE MET 👉
Joyería Tiffany Quinta Avenida
Mientras esperábamos la hora para subir al Top of the Rock, fuimos a cenar al TGI Fridays. Miriam despachó una hamburguesa y una Coca-Cola y yo pollo frito -carne abundante, deliciosa- con patatas fritas y una cerveza de barril exquisita. La cena perfecta para disfrutar después, desde el Top of the Rock , del skyline nocturno de la Capital del Mundo.
Top of the Rock
Vistas nocturnas desde el Top of the Rock. (Copyright Sven Becker)
El Empire desde el Top of the Rock
Una vez que el ascensor del Rockefeller Center nos ha depositado en el Top of the Rock, en frente de mí contemplo mi admirado Empire y otros rascacielos soberbios, impactantes, con un derroche de luz y color...
Empire State dede el Top of the Rock. (Copyright Jorge Gobbi)
Pero... algo más alto, mucho más alto, en cierto modo eclipsaba tanta belleza y poderío... la humilde luna que lucía en esa maravillosa noche septembrina en Nueva York. La misma luna que admiramos algunas noches durante el paseo de Cubillas a Gigosos de los Oteros.
10 de septiembre de 2009 (martes)
ONU - Biblioteca de Nueva York - Flatiron - 230 roof top - Empire -Washington Square Park- Casa de Friends - Casa de Carrie Bradshaw - The Village - Chelsea Marquet - High Line - Hudson Yards - Vessel - Little Spain
ONU 👉
Nuestra primera idea había sido visitar la Estatua de la Libertad, pero amaneció con el cielo encapotado y amenazando lluvia, así que cambiamos de planes y nos dirigimos al edificio de la ONU. No fue tan fácil traspasar los controles de seguridad. Tuvimos que mostrar un documento de identificación original -mi DNI de ciudadano español- para conseguir el pase para la visita.
Emblema de la ONU
Pase para visitar la ONU
Nuestra cicerone fue Elena, una italiana políglota y atentísima. Nos concienció del astronómico gasto militar, las guerras que siegan tantas vidas infantiles, representadas en 3.758 mochilas azules 👉 instaladas en hileras frente a la ONU. El mural de Vela Zanetti 👉. Las salas de reuniones.
En el interior del edificio de la ONU
Flatiron 👉
230 roof top
Una figura de mujer en un muro. Al fondo, el Empire State
Casa de Carrie Bradshaw
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The Vessel
The Vessel
Vista del río Hudson desde El Vessel
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11 de septiembre de 2009 (miércoles)
Metro - Madison Square Garden - Penn Station - Estatua de la Libertad - Ellis Island - 11-S - One World Trade Center - Shake Shack - Wall Street - Century 21 - Brooklyn Bridge - Manhattan Bridge - DUMBO
11-S
Pasamos por la Zona Cero -donde estuvieron ubicadas las Torres Gemelas- a la misma hora -nueve de la mañana- de los atentados terroristas de 18 años atrás. Sobrecogía pensar en aquel terrible día, la pavorosa escena de los aviones estrellándose contra las Torres Gemelas, que, consternados, desde nuestra casa, pudimos ver en directo por televisión.
Nos embarcamos en un ferry que nos llevó a la Estatua de la Libertad, símbolo de América, ansiada visión de todos los emigrantes llegados de todas las partes del mundo. Después, visitamos Ellis Island.
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Recorremos las dependencias del centro de acogida de inmigrantes en Ellis Island ["Entre 1892 y 1954 aproximadamente 12 millones de pasajeros, que llegaron a Estados Unidos a través del puerto de Nueva York, fueron inspeccionados allí, tanto legal como médicamente". Wikipedia]. A la salida, tomamos un pequeño refrigerio en la terraza del museo.
Shake Shack
Es curioso contrastar los propósitos anteriores al viaje con lo que hacemos durante el mismo: de haberme propuesto no comer hamburguesas a preferirlas sobre todas las demás comidas. Me pasa algo parecido con la cerveza: de no probarla apenas en España a preferirla sobre cualquier otra bebida cuando viajo al extranjero. En Nueva York y Boston, me justificaba diciéndome que la hamburguesa es una comida "segura" para evitar el riesgo de una diarrea u otros trastornos digestivos. (Una de las obsesiones cuando viajas a lugares tan lejanos es el de ponerte enfermo, o de que te ocurra cualquier percance o accidente que no solo te chafe los planes turísticos sino que te obligue a ingresar en un hospital. Esa es la razón de la precaución con la comida o el de extremar las medidas de seguridad en todos los ámbitos.)
Bolsa de Nueva York
Century 21
Department Store Centrury 21
Probándome una cazadora en Century 21
Brooklyn Bridge 👉
Fue emocionante recorrer el Brooklyn Bridge. Riadas de turistas transitando el puente en ambos sentidos. Y mucho ojo con los veloces ciclistas. Como detalle curioso, me llamó la atención una chica con una boa puesta a modo de collar.
DUMBO 👉
Situado debajo de Manhattan Bridge. Desde allí, unas vistas espectaculares de Manhattan. 👉
Dos haces de luz 👉en el cielo de Nueva York conmemoran el 18 aniversario del 11-S
12 de septiembre de 2009 (jueves)
Columbus Circle - Central Park - Imagine - Edificio Dakota -Museo de Historia Natural - Columbia University - Catedral San Juan el Divino - World Trade Center - Chinatown - Little Italy - Soho - Flatiron (de noche)
Empezamos la mañana en Columbus Circle, a la entrada de Central Park.
Imagine 👉
Llegamos al mosaico en recuerdo de John Lennon. Alguien -un vagabundo, un vivales- entonaba la archiconocida canción Imagine. El mosaico, rodeado de turistas que se desentendieron del espontáneo intérprete, cuya reacción se tradujo en improperios contra la tacañería de los admiradores del antiguo Beatle.
Edificio Dakota, desde Central Park
Entrada al edificio Dakota 👉donde John Lennon fue asesinado
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Encuentro inesperado
En el Museo de Historia Natural se produjo un hecho insólito, inesperado: cuando Miriam y yo buscábamos la salida, en un vestíbulo del museo, Visi nos avistó. Estaba con su marido, Ramón, sus hijas, Irene y Ruth, y su cuñado, Jesús. Siendo todos nosotros del mismo pueblo, Cubillas de los Oteros, sabíamos que coincidiríamos en Nueva York en esos días. Incluso, antes del viaje, habíamos bromeado con la posibilidad de encontrarnos allí, pero considerando tal posibilidad como remota. Sin embargo, el milagro se produjo. Fue un encuentro emotivo, de una alegría mutua espontánea y sincera.
Biblioteca de Columbia University
"The 9/11 Memorial Museum" es un recuerdo de los ataques terroristas del 11-S y una muestra del horror causado por la maldad humana. Los ataques terroristas del 11-S, que pudimos ver por televisión en nuestros hogares, causaron miles de muertos. Ver in situ las terribles consecuencias de los atentados, el dolor causado a tantas familias, los restos siniestros de aquel despiadado ataque, nos impresionaron vivamente. Una tristeza vaga y persistente nos impregnó el ánimo; una convicción fatalista de la abyección humana; un pesimismo antropológico incurable nos invadió...
Recorrer Little Italy, en la festividad de San Genaro, fue un regalo inesperado, una coincidencia impagable. Ver la procesión del santo, escuchar las alegres melodías, mirar de pasada los puestos de comida, me transportaron a El Padrino II y a Vito Corleone, en la escena en que, caminando por los tejados, va observando desde la altura al capo mafioso, que camina despreocupado por la calle festiva, al que ha decidido asesinar.
Después de la evocadora visita a Little Italy, una lluvia persistente y molesta nos acompaña hasta el Flatiron, al que hemos decidido visitar de noche; su visión me produce un pequeño chasco, ya que no luce con el esplendor y el derroche lumínico de otros edificios señeros de Nueva York. Empapados de lluvia y cansados, decidimos coger el metro para regresar al hotel...
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En los subterráneos del metro
13 de septiembre de 2009 (viernes)
Empire State Building -Biblioteca Nueva York -Teleférico Roosvelt - Roosevelt Island - Columbus Circle - Upper West Side - Times Square
La visita al Empire State Building fue para mí un chute de emoción indescriptible. Un edificio que me resulta familiar y querido, tal vez idealizado por las películas que lo mitifican, tales como King Kong (película de 1933), 👉 y Tú y yo (1957), 👉 esta última protagonizada por Cary Grant y Deborah Kerr, por citar sólo dos filmes que me gustan mucho. El Empire resume mi fascinación por Nueva York. Adoro este grandioso edificio. Fue la despedida perfecta de la metrópoli universal.
También me impresionó la Biblioteca de Nueva York. Adquirimos un calendario grande con los edificios más emblemáticos de la ciudad y un librito ilustrado con imágenes de los sitios turísticos más importantes de Nueva York. Fue una visita muy agradable.
A la entrada de la Biblioteca de Nueva York
Sala de lectura principal Rose. (Wikipedia)
Después de visitar la biblioteca, cogimos el Teléferico Roosevelt 👉para visitar la Isla Roosevelt. Comimos un bocadillo en un banco y luego la visitamos. Disfrutamos desde la isla de las preciosas vistas de Nueva York.
Vistas desde el Teleférico Roosevelt
Completamos la última jornada en Nueva York recorriendo Columbus Circle, Upper West Side y Times Square, antes de partir para Boston.
En el subterráneo del metro que nos llevó de la Isla Roosevelt a Manhattan
14 de septiembre de 2009 (sábado)
Boston
Llegamos de madruga a Boston. Miriam había reservado habitación en un lujoso hotel. Nos extrañó, sin embargo, que nadie estuviera en recepción para recibirnos. No había nadie a quien preguntar. Daba un poco de miedo. Al fin, alguien apareció. Tenía la pinta de no ser un empleado cualquiera. Quizá, el gerente. Nos indicó el camino de la habitación, aunque no fue tan fácil encontrarla. Era una habitación magnífica.
Nuestra intención era no madrugar. Pero, a una hora temprana, oímos voces que repetían una consigna. Subimos la persiana y vimos una procesión de empleados del hotel, dando vueltas alrededor del mismo, reivindicando mejoras, supusimos. Entonces nos explicamos la carencia de personal de la noche pasada.
Amaneció un día soleado aunque a mediodía se tornó lluvioso. Cogimos el metro para visitar la Universidad de Harvard.
La habitación del hotel
Alrededores del hotel
Después de visitar la Universidad de Harvard, anduvimos de tiendas y, hacia las seis de la tarde, nos propusimos cenar en un buen restaurante. Lo encontramos cerca del hotel, el Sail Loft. Una opípara cena nos repuso las fuerzas gastadas en la larga jornada y nos insufló el buen ánimo necesario para regresar a España. Un último paseo por Back Bay, de camino al hotel para recoger el equipaje, nos sentó de maravilla.
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